lunes, 28 de enero de 2013

La vida, un río que fluye en el tiempo


La vida, es un río que fluye en su corriente..., yo, soy el molino al que esa corriente activa. Me motiva, me arrastra e impulsa a hacer cosas beneficiosas, a disfrutar.
A veces bebemos de él, le tocamos sintiendo su frescura; otras, tenemos la necesidad saciar una sed. Nos damos cuenta, de la posibilidades que tenemos, de la satisfacción que produce esta facilidad tan evidente.
Su corriente nos va llevando, crecemos, aprendemos y sentimos cosas inesperadas, otras más probables porque las hemos descubierto, luchado por ellas y atraído para nosotros.
A veces, creemos que hemos ido lejos..., pero si miramos en el fondo de su cristalina agua, veremos el limo que hay, remanente, de esos lejanos territorios dónde hemos librado nuestras batallas con victoria y también con algunas derrotas.
A veces, criaturas maravillosas se posaron sobre este torrente y por un instante todo se lleno de encanto y alegría. Esta corriente fluye constantemente, va atravesando lugares inexplorados, en ocasiones por galerías subterráneas difíciles de descubrir, hasta que algún sabio zahorí las puede detectar, entonces tenemos un atisbo de renovación y podemos aflorar con naturalidad, aunque no lo comprendamos. Esto siempre permanecerá en nuestro recuerdo con firmeza,son actividades que nos van completando y realizando.
Es esa pequeña esperanza, la esperanza de encontrar la excelencia es lo que mantendrá el entusiasmo de la corriente. Porque en la oscurecida  y maltratada sociedad, interesada y materialista, el ser humano se estanca y contamina. Pero a pesar de todo, sentiremos la consciencia y se manifestara el influjo de la inteligencia para abrirnos camino y dejar una huella para pasar a través de todo..., y llegar al más grande de los ríos.
Un sabio dijo: Cuando hay un río grande fluyendo poderoso y generoso, los afluentes que se unen a él, pierden sus nombres particulares, para convertirse en parte del gran río.
Al fin, me suelto a ti..., corazón, accesible como la propia existencia. No quiero ser más que lo que puedo ser y sentir…, como esa luz que rompe las sombras de la noche, como la voz que reverbera en el risco rompiendo el silencio.

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