La vida, es un río que fluye en su corriente..., yo, soy el molino al que esa corriente activa. Me motiva, me arrastra e impulsa a hacer cosas beneficiosas, a disfrutar.
A veces bebemos de
él, le tocamos sintiendo su frescura; otras, tenemos la necesidad saciar una sed. Nos damos cuenta, de la posibilidades que tenemos, de la satisfacción
que produce esta facilidad tan evidente.
Su corriente nos va
llevando, crecemos, aprendemos y sentimos cosas inesperadas, otras más probables porque
las hemos descubierto, luchado por ellas y atraído para nosotros.
A veces, creemos que
hemos ido lejos..., pero si miramos en el fondo de su cristalina agua, veremos
el limo que hay, remanente, de esos lejanos territorios dónde hemos librado
nuestras batallas con victoria y también con algunas derrotas.
A veces, criaturas
maravillosas se posaron sobre este torrente y por un instante todo se lleno de
encanto y alegría. Esta corriente fluye constantemente, va atravesando lugares
inexplorados, en ocasiones por galerías subterráneas difíciles de descubrir,
hasta que algún sabio zahorí las puede detectar, entonces tenemos un atisbo de
renovación y podemos aflorar con naturalidad, aunque no lo comprendamos. Esto
siempre permanecerá en nuestro recuerdo con firmeza,son actividades que nos
van completando y realizando.
Es esa pequeña
esperanza, la esperanza de encontrar la excelencia es lo que mantendrá el entusiasmo
de la corriente. Porque en la oscurecida y maltratada sociedad, interesada y
materialista, el ser humano se estanca y contamina. Pero a pesar de todo, sentiremos
la consciencia y se manifestara el influjo de la inteligencia para abrirnos camino
y dejar una huella para pasar a través de todo..., y llegar al más grande de los
ríos.
Un sabio dijo:
Cuando hay un río grande fluyendo poderoso y generoso, los afluentes que se
unen a él, pierden sus nombres particulares, para convertirse en parte del gran
río.
Al fin, me suelto a
ti..., corazón, accesible como la propia existencia. No quiero ser más que lo
que puedo ser y sentir…, como esa luz que rompe las sombras de la noche, como
la voz que reverbera en el risco rompiendo el silencio.
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