La vida, todo...

 

La vida es la expresión máxima de todo lo que existe en nuestra Naturaleza y en el espacio Cósmico que vivimos. Constantemente se expande en su desarrollo y manifiesta su necesidad de crecer, de completarse y perfeccionarse en todo lo que la representa, sobre todo, en nosotros que somos su mayor expresión porque podemos tener conciencia de ello, apreciarlo, tener un sentimiento de gratitud y tener la experiencia de celebrarlo. Para mí, es la máxima experiencia vital que se puede obtener: el regocijo con la vida.

Cuando el homenaje en nuestra realidad es el agradecimiento, la naturaleza humana se expresa en nuestro vivir con la alegría y, una expresión de naturaleza divina que se nos transparenta.

Se busca la vida en casi todo, incluyendo en otros Planetas, Lunas  y otros Astros…, pero en nosotros mismos la evadimos y nos excusamos por dar más valor a nuestras actividades. Pero no siempre ha sido y es así, en todos los sitios. He conocido pueblos, tribus muy primitivas y autóctonas, que lo que más celebran es la vida, sentirse sensibles y humano cada día. Con las otras personas y con las cosas que la Naturaleza les proporciona y su afán es cuidarlas en algunos casos, encontrarlas en otros, también cultivarlas y celebrarlo compartiéndolas.

En lo esencial: cada uno de nosotros somos similares, tenemos algo en común, buscamos estar felices y satisfechos con nosotros mismos. Aunque lo alteremos a veces y lo cambiamos por sentirnos satisfechos de lo que tenemos y estamos rodeamos; siempre estará ahí ese primitivo y viejo anhelo de ser auténticos con nosotros mismos, ser reales y sinceros…, eso lo que siento yo también.