jueves, 25 de marzo de 2021

¿Qué crees sobre ellas y nosotros?

Creo y así lo vi siempre que la mujer domina los campos de la emoción y la comunicación. 

Pero la observación siempre me llevo a pensar que todo se aprende y te crea una capacidad de manifestarte.

Hemos llegado a crear una historia muy popular que nos da una explicación muy simple del mundo en el que vivimos.

Los tópicos dicen que los hombres se enamoran por los ojos y las mujeres por el oído; que ellos las prefieren jóvenes y ellas a alguien a quien admirar; que las mujeres dan mucha más importancia a los sentimientos que los hombres; que ellas son más enamoradizas; que ellos pueden desligar con más facilidad los sentimientos del sexo… ¿Hay algo o poco de verdad en estos tópicos?, ¿qué nos atrae y  motiva a sentirnos atraídos?, ¿tan diferentes somos, cuando se pierde la cabeza por algo, creo que es igualmente para todos?

La atracción y el enamoramiento son elaboraciones y conceptos sociales. Una forma de canalizar el instinto sexual que en nosotros se despierta. En el hombre es más elocuente y  revelador ve a la mujer más como un motivo erótico. Los hombres nos fijamos más en el físico de ellas, que a su vez, parece que ellas dan más importancia al estatus de ellos. Para la mujer importan más, en general, los aspectos psicológicos y comunicativos.

Esto viene a un recuerdo casual que me sucedió en un desayuno de unos amigos. Por la mañanas nos fuimos levantando y coincidiendo en la cocina, dónde tomamos asiento para desayunar lo que se había preparado: zumos, frutas, tostadas con mantequilla y mermeladas por supuesto café y leche.

Algo sucedió y se me ocurrió recitar una poesía corta y recibí un cierto halago por ello de una amiga y me motivó a expresar otra muy bonita también corta y muy directa a los ojos y una mirada muy elocuente y positiva..., entonces la expresión fue firme e incondicional por su parte. En mi amigo, que era su pareja, saltó algún resorte espontáneamente e hizo este comentario: ¡a las mujeres se os conquista por el oído! y, se estableció una especie de réplica y contrarréplica un poco molesta. No había ninguna intención en aquel juego floral y poético sino un cierto entusiasmo y elogio a la belleza de nuestras costumbres. Ella dijo contrariada: ¿por qué se os conquista a los hombres. 

A todo esto le precedió un silencioso espacio y seguimos desayunando.

Es cierto que el hombre es más proclive a la erotica y sensualidad.

La mujer se fija primero en la inteligencia; luego, en la simpatía, lo que la divierte con alguien y, creo que por último la personalidad y magnetismo que hace que una mujer se sienta bien y cómoda, no la inteligencia que apabulla.

El hombre, al principio, se engancha por el atractivo femenino, pero, con el tiempo, esa atracción disminuye. Y, entonces, necesitan que esa relación sea también cómoda más o menos. Buscamos una compañera de viaje que suponga un apoyo emocional. Pero ahora los papeles están variando y también los gustos aunque haya una memoria tradicional.

Me he encontrado mujeres que viajan solas y me han solicitado el deseo a unirse a mi, que también era viajero en un país muy atractivo pero costumbres muy ancestrales y ver una mujer solitaria es una tentación a la transgresión, eso me dijo ella. Parece ser que se sentía puntualmente  algo invadida.

También veo que por las confidencias de la relación con las mujeres me dicen: que cada vez muestran más interés en el físico y atractivo sexual; en cambio los hombres, se fijan en aspectos inteligentes de la mujer o el estatus. Podríamos decir  que por ahí ambos estamos necesitando aspectos e ingredientes parecidos para interesarnos y sentirnos atraídos, pero creo que no estamos en la misma proporción, cambia la intensidad.

La verdadera atracción va más allá del físico o de esa emoción espontánea tan difícil de definir. Es una auténtica magia la que hace que entre dos personas se realice una lectura emocional de dos corazones que se colapsan, se paralizan y disminuye el ritmo de toda actividad y se tiende a esconder lo que sentimos, reprimiéndolo, para vivir como si no me sintiera como me siento y se trata de conformarse, con lo que se entiende como resignación. Es esa una atracción de la que uno no se libera, aún cerrando los ojos y la atracción.

Todos tenemos claro lo complejo que es aislar y establecer muros a comprender eso que llamamos afecto o atracción. 

No obstante, se ha investigado esto y un estudio reciente ha publicado que hasta el momento se parece tener claro: la clave del atractivo podría estar en la comprensión mutua entre dos personas.

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